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Novela histórica 151 sonreían, y no le decían una palabra. ¿Producían ellas aquella melodía angélica? Acaso si; pero no tenían en sus manos instru- mentos, Ustentaban, sí, cada una, de mano á mano, una cinta de seda en que se leía á lo largo: «Universo», «Pasado», «Presente», «Futuro». Aquel aleteo de serafines que recreaba el espíritu de Raquel, cesó. Con la última nota sintió como si un suave cófiro pasara rozan- do su rostro. Una voz melíflua, con inflexiones de todas las armo- nías, le susurró al oido estas palabras: «Quedarás satisfecha». ¿Quién le hablaba? La voz era de arriba. Miró al artesonado y cual si la mirada fuese un llamamiento, de su fondo se destacó un ángel de Rafael que al descender la besó en la frente. El ángel que se le personó, con seductora sonrisa, era una hurí, una mujer de cabellos propiamente de oro, sueltos sobre la desnuda y turgente espalda, de labios de coral que servían de borde á un nido de perlas, de mejillas de rosa, ojos luceros y cutis de nácar. Una larga y elegante túnica, fina como el pensamiento y de un blanco deslumbrador, sembrada además de estrellitas azules, cu- bría su cuerpo hermosísimo, sin que fuera fácil señalar donde em- pezaba ni donde concluía la nube, porque sus níveos pies desnudos, sus nacaradas manos, ebúrneos brazos y alabastrino cuello, no eran menos blancos que la ropa. —Soy la adivina, pronta á complaceros. Raquel abrió la boca, movió los labios, y no pronunció pala- bra. Dió una mirada de inquietud por los cuatro ángulos de la es- tancia que ocupaban las elegantes ninfas, y mirando finalmente á la adivina. —Desearía... —dijo —quisiera... —¿Estar sola? ¿no es eso?—Le interrumpió la maga sonriéndole como sonreía la gracia á la inocencia.—No temáis; son estatuas en sus hornacinas. Sin embargo... ya lo estamos. Y era así, en efecto. Porque con,no poca sorpresa de Raquel, en el momento en que Lady Sara adivinó lo que deseaba, pisó con su pie un resorte, giraron las hornacinas y el salón quedó cerrado por todas partes, apareciendo en los cuatro ángulos los siguientes rótulos: «Historia», «Ciencia», «Profecía», «Verdad».

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