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AA rrpp DEAIORD ASS O o 7 : se Po a de i Ñ IN 96 Equivocación... Estoy cierto de que no habéis*advertido que con una sola plu- mada borráis de vuestra Biblia el decálogo, del antiguo y Nuevo Testamento; pues toda la ley que Dios dictó á Moisés en el monte Sinaí, no es sino diez preceptos de otras tantas obras buenas. En ningún precepto de la ley de Dios se nos manda creer, sino obrar. Y Jesucristo, que es tanta autoridad para tí como para mí, si es interrogado sobre lo necesario para salvarse, responde, que obser- var, guardar, practicar la ley de Dios. o Si queréis reducir los diez mandamientos á dos, á servir y amar á Dios sobre todas las cosas, y á servir y amar al prójimo como á ti mismo, ninguno de los dos se cumple con creer que Dios es mi soberano dueño y que mi prójimo está hambriento, desnudo y frio. Ese servir, que según el apóstol San Juan, es la señal del amor, sólo puede consistir en infinidad de variadas obras buenas. Igual plumada darías, entre otras cosas, á siete obras de mise- ricordia, dar de comer al hambriento, vestir al desnudo, etc., lo cual no creo que sea innecesario, y menos que ofenda á Dios como obra buena. Precisamente cuando Dios separe los malos de los buenos y á éstos les de su premio eterno, les dará la razón: di- ciéndoles: porque tuve hambre, sed, estuve enfermo en los pobres, y vosotros, etc., etc. No dirá á unos porque no creísteis... y á otros... porque creísteis solo. Esto, felizmente vosotros mismos lo hacéis por una de tantas contradicciones en que incurris á cada paso. Estoy abatido, Padre mio; son las once—dijo consultando el reloj —y me queda tanto qué decir. Esta mi Biblia, este Nuevo Testamento, basta leerlo para convencerse de que es la verdadera religión cristiana, y condena terriblemente al papismo romano. Esto es lo verdadero; y así como es necesario á todos leerlo para salvarse, así al que lo crea basta Es la pura religión de la Biblia. -Muy bien, amable joven. Pero digame, ¿es V. anglicano? ¿es V. Calvinista? —No, señor. Soy Luterano. —Pero, ¿no invoca V. la pura religión de la Biblia? —Por supuesto. Pues los calvinistas, anglicanos, metodistas, luteranos, son us- tedes todos distintos, todos ustedes invocan para sí la pura religión de la Biblia, todas las distintas sectas en que están ustedes los pro-