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CAPÍTULO PRIMERO De Capitán 4 Coronel ALOR mi General..... habéis vencido á vuestros enemi- gos, pero estáis librando el más terrible combate, y 2] es preciso que consigáis la más gloriosa victoria ven- ciéndoos á vos mismo. Prusia os necesita y ha puesto en vos toda su confianza. Así hablaba el eminente médico, Dr. Schorch, al General Hereford, viéudole entregar el mando de las tropas al General ulow para asistir él personalmente á su hijo, moribundo, herido en el campo de batalla. Era el año 1870. El ejército prusiano invadía la Francia. Los Regimientos, al mando del General Hereford, sitiaban la ciudad de N,... Los sitiados seguian con su anteojo todas las exploraciones que el caudillo sitiador hacía diariamente en derredor de las for- tificaciones. A veces se hostilizaba á los sitiadores y á veces se le dejaba acercarse. Cierto día, un arranque de audacia inesperado produjo el más indescriptible pánico en la escolta exploradora. Prevenido y apos- tado, horas antes de la exploración, un escuadrón de caballería salió de la ciudad galopando á oponerse al paso del General. Aquel primer choque fué el aviso de movilización de tropas sitiadoras y sitiadas, y antes de empezarse en los alrededores de la Ciudad el ataque formal que decidió la batalla en favor de Ale- mania, el Capitán Hereford, hijo y ayudante del General en jefe, caía mortalmente herido por haberse interpuesto entre su padre y