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principios de la ciencia ó arte que constituye el asunto de la obra. En tales composiciones debe tenerse presente la doctrina, el método con que ha de enseñarse y el lenguaje que se ha de emplear en su enseñanza. Respecto de la doctrina débe ser una y completa; una para no apartarse nunca del asunto de la obra; completa para no privar al escolar de cono- cimientos importantes. Son, pues, defectos imperdonables en toda obra elemental ex- poner cuestiones que no pertenecen al asunto, y tratar las que le pertenecen con ligereza tal, que apenas puede el alumno formarse ideas de ellas. El método debe ser lógico, procediendo ordenadamente de lo fácil á lo difícil, de lo conocido á lo desconocido; las doctrinas de- ben aclararse con aplicaciones y ejemplos oportunos, cuidando de hacer sus recapitula- ciones y remitirse á lo explicado, cuando el caso lo pida. En cuanto allenguaje debe ser castizo y exacto; el estilo sencillo, sin superfluidad de adornos, cuidando de explicar los términos técnicos, al paso que se van empleando, sin formar el vocabulario que algunos estampan al principio ó fin de la obra. Obras magistrales son las destinadas áins- truir por completo á las personas estudiosas ya iniciadas en un arte Ó una ciencia cual-