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A — 54 — 3,0 Oh sol resplandeciente! hermosura infinita! espejo de la gloria! quién podrá decir lo que sienten los que te gozan? Oh ricas moradas de la celestial Jerusalén, donde no se sabe qué cosa es noche, porque el cordero-es tu sel, que jamás se traspone! (Qué hermosas son, Señor, vuestras moradas! qué dignas de ser amadas y deseadas por todos! Fr. Pedro M. de Chaide. La interrogación consiste en hacer una serie de' preguntas, no para que nos respon- dan, sino para dar desahogo al espíritu y energía á la expresión. EJEMPLOS: 1,0 ¿Quis militat suis stipendiis unquam? Quis plantat vi- neam et de fructu ejus non edit? ¿Quis pascit gregem et de lacte gregis non manducat? ¿Numquid secundum homi- nem haec dico? An et lex haec non dicit? I. Cor. 9, 20 ¿Qué se hizo el rey D, Juan? Los infantes de Aragón Qué se hicieron? ¿Qué fué de tanto galán? ¿Qué fué de tanta invención Como trajeron? Jorge Manriquez. 3,0 El elocuentísimo P. Granada interroga así á Jesús Crucificado: