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— 135— cuanto al número de actos, ni en cuanto al de escenas se puede dar regla fija y así se deja á la prudencia del poeta. La forma de elocución que mejor cuadra á esta clase de composiciones, es, según deja mos dicho, la dialogada; pero con todo puede emplearse de vez en cuando el soliloquio ó monólogo de no mucha extención. El estilo debe ser sencillo y vivo, como el mismo diá- logo; y la versificación más propia parece el romanse octosílabo. Querer citar modelos españoles sería nunca acabar, porque sabido es, que nuestro teatro no ha tenido rival en el mundo, ni nuestros poetas dramáticos han hallado nunca competidores. Testigos Lope de Vega, Calderón, Rojos, Alvarez y otros mil que pudieran citarse. Las otras composiciones dramáticas de que prometimos hablar son las siguientes: Opera, zarzuela, sainete, entremés y auto. La ópera ó melodrama es una composi- ción dramática toda en música y por consi- guiente su representación es cantada; por lo mismo hay que atender en ella á las dos par- tes de que consta; la musical y la literaria. La zarzuela es también mixta de música y recitación yasí esta representación dramá- tica en parte es cantada y en parte recitada. El sainete es una composición teatral de carácter jocoso y burlesco, cuyo objeto es