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— 117— expresa los movimientos apasionados y arre- batados del corazón humano. Podemos clasi- ficarlas en cuatro grupos generales, que son: sagradas, heróicas, filosóficas y anacreónticas. ODA SAGRADA. Las odas sagradas ó religiosas, como su nombre indica, tienen por objeto el sentimien- to religioso, cantando las glorias de Dios, de su Iglesia y de los santos. Como modelos de este género tenemos en la antigiiedad los su- blimes salmos de David, los cánticos de Moi- sés y algunos otros que se hallan en la Escri- tura Sagrada. En nuestra literatura tenemos también excelentes modelos de este género en S. Juan de la Cruz, en Sta. Teresa de Jesús, en Malón de Chaide, en Reinoso, en Lista, y sobre todos en Fr. Luís de León, cu- yas odas sagradas no tienen rival en ninguna lengua. Opa HEROICA. La oda heróica ó sublime tiene por ob- jeto las hazañas, el genio y las virtudes de los grandes hombres, celebrando las victorias y hechos insignes de los individuos y de los pueblos. En este género suelen citarse por modelos acababados á Herrera en sus cancio-