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— 102— Posible! y rio? y duermo? y quiero holgarme? Posible! y tengo amor á lo visible? Qué hago? en qué me ocupo? en qué me encanto? Loco debo de ser, pues no soy santo. Fr . Pedro de los Reyes. Algunos poetas han combinado los con- sonantes de otro modo; pero este es el más usado y más armonioso. Hay además otras octavas llamadas italianas por su origen, cu- yos metros son de ocho, diez, once y doce sílabas y su combinación muy simétrica y armoniosa. Sirvan de ejemplo las que se dieron por modelo para la medida del verso, pues casi todas ellas son de esta clase. Dícima: La décima llamada también es- pinela del nombre de su autor D. Vicente Espinel, se compone de diez versos octosí- labos, de los cuales el primero concierta con el cuarto y quinto; el segundo con el tercero; el sexto con el séptimo y décimo; y el octa- vo con el nono, del modo que se ve en la si- guiente: ¿Qué tengo, pobre de mí! Hoy de haber vivido ayer? Solo tengo el no tener Las horas que ayer perdí. Lo que hoy de ayer discurrí Diré mañana, si sOy; Pero tan incierto estoy De que mañana seré, Que quizás no lo diré Por haberme muerto hoy. B. Diego de Cádiz.