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2.0 Yo vi sobre un tomillo Quejarse un pajarillo, Viendo su nido amado De un labrador robado. Villegas. 3,0 Y tened esperanza! Que nadie se sulvó sin confianza. Fr. Luis de Leon. EL TERCETO, como su nombre lo indica, consta de tres versos, de los cuales el pri- mero concierta con el tercero, el segundo con el primero del siguiente, y así se prosigue hasta terminar la composición con un cuar- teto, para que ningun verso quede sin conso- nancia. Los versos del terceto pueden ser de cualquier metro, pero generalmente se em- plea el endecasílabo, EjempLO Y á tí, ¿qué he de decirte, Madre mía? Que eres tú mi riqueza y mi tesoro, Tú mi gloria, mi encanto y mi alegria; Tú el norte mío, cuando en sombras moro: Tú en el combate mi invencible escudo; Tú mi consuelo, cuando triste lloro; Tú, mi esperanza, si vacilo y dudo; Mi apoyo, si mi espíritu flaquea; Mi alivio, si me hiere golpe rudo. Cuando cese el rumor de la pelea, Que del sepulcro los umbrales toca,