BCCPAM000516-2-50000000000000

[22] le confiaba, no era para que se dejase servir y mi- nistrar como Señor de los mismos sobre quienes se le daba la presidencia, sino para servirlos y minis- trarlos como siervo á sus señores, como padre á sus hijos, como pastor sus ovejas, y como ministro de Dios, obrando en todo y por todo conforme á la voluntad de este Señor. En esta escuela aprendió nuestro seráfico Pa- dre S. Francisco aquellas admirables máximas de buen gobierno que observó en el régimen de su re- ligion, y quiso observasen cuantos le sucediesen en el mismo ministerio de servir 4 sus frailes. Persua- dido con $. Agustin que sus hijos no eran siervos á quienes convenia gemir bajo el formidable peso de una ley que ya no existia, sino libres por la liber- tad que les dió Jesucristo, sacándolos de la esclavi- tud, y haciéndolos sus coherederos de la gloria, los amaba tiernamente; cuidaba de ellos como de un precioso depósito, de que se le habia de pedir es= trechísima cuenta; les proveia en sus necesidades; les consolaba en sus penas, y les servia en todo; ofrecia por todos continuas y fervorosas oraciones; animaba á los débiles; levantaba á los caidos; esfor- zaba á los fuertes; velaba sobre todos; y sin dejar de ser justo con los delincuentes, asi hermanaba la severidad de juez con el amor de padre, que ni por

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz