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=658= E; Ma : . á los pobres. Si cuando estos padecen 58 penuria y desnudez, ellos en- - E a m E - durecen sus entrañasy dejan de reme- —diarlos, pierden la gracia de Dios, se acen indignos de su misericordia y “acreedores á las más lemibles maldi- A ueblos. Los ricos, que al “modo del Epulon niegan al pobre Láza- Joel pan que necesita, padecerán la nás rabiosa sed en el fuego del infier- 10, sin esperanza de poderla mitigar “ni con una sola gota de agua, por mu- cho que la pidan. ¡Qué infelices! Pue- - den y deben los ricos redimir sus cul- pas, satisfacer sus pecados, atesorar y por no dar al pobre lo que en realidad “es suyo, compran al bajo precio de su miseria, el colmado fruto de su eterna “condenacion. Así será; porque quien olvidando á los pobres alesora para sí caudal en esta vida, tendrá á la polilla y álos gusanos por sus herederos, y gun asegurar el cielo con limosnas, y e “verá sepultada su alma con sus teso= os en los abismos. Estas son, oh ricos - insensalos, las miserias de que os dice el apóstol Santiago habeis de lamenta- os ahora, y las que por vuestra dureza harán gemir despues en la eterni-.