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Ya pues ha hablado Roma, y se ha terminado toda cues. tion, nos cumple decir con san Agustin. La Concepcion in. - maculada de María, de creencia general en todo el orbe ca. tólico, es de hoy mas un artículo de dogma, y será conde. nado como herege el que en adelante disputare sobre la verdad de este hecho, 6 sobre la oportunidad de su def. nicion. El inmortal Pio IX de feliz recordación, cabeza visible de la Iglesia militante, y Vicario de Jesucristo en la tierra, oficiando en pss basílica patriarcal de san Pedro del Vaticano, ha pro o despues del Evangelio en el dia - ocho de diciembre de mil ochocientos cincuenta y cuatro el decreto que se esperaba: mas claro; ha declarado artículo de fe católica la Concepcion inmaculada de María en los términos siguientes: ES. DOGMA DE PE QUE LA BIENAVENTORADA VIRGEN MARIA, DESDE EL PRIMER INSTANTE DE SU CONCEPCION, POR UN PRIVILEGIO Y GRACIA ESPECIAL DE DIOS Y POR LOS MÉRI. * TOS DE JESUCRISTO SALVADOR DEL GÉNERO HUMANO PUE PRESER= VADA INMUNE DE TODA MANCHA DE PECADO ORIGINAL. Esta nueva, esta definicion ansiosamente esperada h una larga serie de generaciones, ha llenado de la mas dulce satisfaccion á todos los buenos cristianos. Regocíjese, pues, toda la tierra por el unánime triunfo de la incomparable criatura de quien le han venido y le vendrán hasta la fin todos los bienes (Sapient. VII, 14.), y ú la cual 4 una voz - han aclamado desde los mas remotos siglos su viba, SU DULLk ZURA Y SU ESPERANZA Cuantos en la tierra gimen y lloran co- mo desterrados, aan por arribar á su patria la ce- lestial Jerusalen. Y tú al frente de todas las naciones, re- gocíjate, religiosa España, católica en la corona de tus re- yes, católica en el corazon de todos tus naturales. Adora. dora anticipada del dulcísimo misterio de María en el pri- mer instante de su ser natural, que hoy ha declarado de fe en tóda la Iglesia de Diosel Pontífice del Vaticano, bien mereces tomar una parte principal en el inmenso triunfo que con semejante motivo agita de piadoso entusiasmo al universo católico. Abre tú el corazon á la confianza en tu purísima Patrona; que si no decae en tí la devocion que le tienes acreditada desde los tiempos apostólicos, no deberás temer Le deje postergada en sus altísimas misericordias, en que la Iglesia se promele alcanzar del Señor nuevas y opor= tunas mercedes á ruego de su Madre agradecida y generosa. ll Y ¿E IT AS A A