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psa. geoda Creador, induciéndolos al cumplimiento de sus man- datos y justificaciones. ¿Restábale algo aún? Si Restábale todavía una cosa: la exaltación de cuari. tos prestaron oído a.sus exhortaciones y pusieron en ejecución sus celestiales. consejos; restábale dejar- se yer-en su esplendorosa magnificencia, para que todos los bienaventurados la proclamaran Reina de la Paz, lo que también se-ha verificado ya, aunque en parte, nada más; su proclamación, completá, ge- neral y definitiva, haráse al fin del mundo, cuando todos los escogidos se encuentren reunidos en el Reino de Dios, bendiciendu al Padre, al Hije' y al Espiritu Santo. El día en que cesen las plegarias .en la tierra, llenarán las alabanzas los ámbitos de la Jerusalén celestial, siendo aquel gran día, día de exaltación y de eterna paz para los míseros desterrados. Dividi= dos en jerarquías y distribuidos por coros, entona- rán los ángeles el himno de' la paz, y muestra sobe- rana Reina escuchará placentera el acorde suavísimo de todos sus. hijos, allí congregados. Patriárcas y profetas, apóstoles y mártires, vconfesores y virgenes, reyes y pastores, conquistadores y conquistados, to- dos unirán sus voces a porfía y todos ensalzarán eon indescriptible entusiasmo el reinado de la Vir- gen María. Acabáronse las lides, terminaron las con- tiendas y. finalizaronas guerras. ¡Dichoso día! si día llamarse puede al que Dios y los hombres denomi- nan eternidad! ¿quién no te ama, te busca, suspira por ti y te colma'de bendiciones? Sí erés el último del tiempo y el primero 'de la 'eternidad,'el' término de las: penas y el comienzo de las alegrías;' el tin de