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paa Quien llega a persuadirse que ha previsto todas las contingencias y se ha adelantádo a todo loines- perado, rabia y se desespera, como llegue a descu- brir una sola pretérición, que pueda poner en peli- gro el resultado de su calculada empresa. Hubo, pues, una preterición en la empresa de derribar al hombre de su glorioso pedestal, hubo. mn, gravísimo error de eálculo; y si. bien es cierto que el éxito de sus insidiosas maquinaciones le resultó favorable, no es menos cierto. que el conocimiento de aquella preterición hízole rebosar de rabia y desesperación. ¡Era demasiado importante, para, que la: yiera con indiferencia o la mirara con, desdén! Había sido, él el promotor de la guerra entre Dios, y el hombre, mas, frente a él, se levantaba, radiante de esplendor, la gran Promotora de la Paz, dispuesta .a poner término a.su nefasta obra. Horribles fueron. los .es- tragos de la guerra, que acababa de suscitar con.as - tucias y mentiras, pero pronto comenzaron, a, verse reparados, pronto. comenzaron a palparse los efec- tos: de la prometida paz. Las pérdidas sufridas de- bían convertirse en ganancias: los daños causados tornarse en beneficios; nuestra, afortunada Promo- tora de la Paz.no, descansaría, hasta que la devolu- ción de cuanto se había arrebatado. a sus, padres fuese cabal y completa.¡Oh misterio .inefablel ¿Có- mo neo habia. de rabiar y maldecir su. propia empre- sa aquel ángel orgulloso, ante la; perspectiva. del enorme. descalabro,, que. le ,.esperaba;, una vez, que apareciera en la tierra la gran mujer, que había. .es- capado del «engaño, burlando -su astucia, y trataba de hacerdo jaguoto de sa calcañar? Desémosfo que o .