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NS DIA: OCTAVO MEDITACION La VIRGEN MArÍa PROMOTORA DE LA' Paz PUNTO PRIMERO Pérdida y devolución Consideremos hoy, almas devotas, a nuestra ex- celsa Virgen como promotora de la: codiciada paz, arrebatada a l4Jhamanidad por la envidia del diablo en las florestas del edén, y acerquémonos a su san- to altar con el tórazón; henchido de placer, a recla- mar la devolución de lo perdido. ¿Quién de nos- otros ignora qué todo cuanto nos quitó el enemigo de nuestra salvación, se halla en las generosas ma- nos de la siempre Virgen Matía? Creyó el orgulloso Satán que se lo llevaba todo con una grande mentira, pero se engañó; ebexceso de ambición y la satistac- ción del triunto lo cegaron y 'despistaron. Cuando vió en su red infernal a la extirpe de 'sus dos es- clavos, figúróse'que ya era suya la humanidad en- tera. ¡Infeliz! no veía 'a'la que, ya entonces, empe- zabi a recoger; uno por uno, todos los «bienes, que constitiyerón el patrimonio delos vencidos; pata devolvérselos centuplicados; 'su: Sorpresa, por lo mismo, fué de las que arrástran a la desesperación, cuando se dió cuenta “de: la' presencia de aquella graciosa Aurora, qué aparecia en el Horizonte, lu- minando con sus destellos''la horrenda. noche. del pecado.