BCCPAM000501-5-24p2d000000000

debida E E 7-7 la samaritana: Aqua quam ego dabo ei, fiet in eo aquae fons salientis «in vitam aeternam; las mismas, que anunció el profeta Isaías, cuando dijo: Haurie- tís aquas in gaudio de fontibus Salvatoris. ¿Dónde se formaron aquellas misteriosas fuentes? ¿No fué en las castísimas entrañas de la Virgen: María? Y ¿de dónde tomó Jesús aquellas santificadoras aguas? ¿no fué del seno: purísimo, que:lo alimentó. en su primera infancia? -No «cabe, por. tanto, diferencia alguna. Sworigen: está enldas regiones de la Divini- dad, más una vez encauzadas hacia el seno purísi - mo de nuestra Inmaculada Señora, de él únicamen- te podían tomarse y, en hecho de verdad, de él se tomaron para “contento y satisfacción de todos los fieles creyentes; son el refrigerio acá en el suelo, y serán el regalo allá'en el Cielo por toda la eterni- dad. La fuente pfiméra, que regaba con sús aguas toda la tierra, según la frase dela Escrititra Santa, nacía de la misma tierra; pero esta segunda Fuen- te, que refrigera las almas, Cdalmando la fiebre de sus ardorosas pasiones y elevándolas hacía el Cielo, del Cielo “únicamente “pudo nacer, de “aquel alto Cielo, pará el que fuimos creados. Y as como Diós cuidó de que nada faltara a sus ctiáturás de' un día, haciendo brotar de la tierra aquella abúndantísima fuente; del propio modo, aunque-con cariño especia- lísimo, proveyó “a los que habian de Vivir etetila- “mente, dándoles una Fuente” celestial; cuyas águas fortalecierán 'sú' vacilante “pasó y tranquilizaráti/su amilanada conciencia. No haga, pues, turbación algu- fía, no haya desaliénto de ninguna clase: esa hermo- sa Fuerite de Paz, séllada por la diestra del Altisi-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz