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=P fet vitam et hatrief saluterh a Domino. ¿Quién re- celará en adelante, viendo que el mismo Dios la lleva de la mano, para qte disipe nuestros temó- res; y podamos confiar en su palabra con toda se- guridad? PUNTO SEGUNDO Reconocimiento y gratitud - El cristiano, que no se postra agradecido' ante 12 imagen“ de la Virgen'de la Paz y protrumpe en vitores y aplausos, no ha llegado aún a compren- dér 'la eficacia de su intervención en “todo cuanto sé relacionaba con el perdón y reconciliación” de la fimanidad pecadota. Cayeron los ángeles, y no hubo' más que castigos; el brazo del Omnipotente los se- pultó para siempre en el fuego del infierno, sin es- cuúthar réplicas ni admitir apelaciones. Cayó el hom- bre, “eigafiado” por “el jefe de aquellos ángeles con- déemados, y luégo se trató de suavizar “asperezas y acortár distancias, haciendo entrar en acción 'a la gin mujer; predestitada para Madre del Verbo eterno. El porqué solamente lo sábe, quien idda! puedé ignorar; stís resultados los conocemos todos los ' devótos de la Virgen Madre. ' 51 No necesitaba Dios de testigos ni asesores, Pires: tó que'sas palabras son: néchos; pero necesitábalos él hóombte, a causa de $4 Haqueza y pusiladimidad;, y sin"ser 'rogado, presentóles ta“única descendiente: suya; qué trablá quedató exenta de culpa" en aquer norfefido tidttrágio, y: se Y BO So Corr AñAñiza de (paz protietida, ghetto qu de Mclése ya entorides: