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DIA TERCERO MEDITACIÓN La VIRGEN MARÍA ALIANZA DE Paz PUNTO PRIMERO Garantía y seguridad Aun cuando hubiese dejado el Creador a la libre elección de los delincuentes la persona, que, inspi- tándoles confianza omníimoda, pudiera sellar las promesas y garantir su cumplimiento, es indudable que nunca habrían convenido en su designación con el acierto, que requería un, asunto de tanta tras- cendencia, porque nunca hubieran llegado a imagi- nar fuese posible la existencia de una criatura tan perfecta, tan poderosa y tan encumbrada, a la par que interesada, solícita y anhelosa de su paz y sal- vación, comio la Sacratísima Virgen María. Cierto que bastaba la palabra de Dios, para infundirles confianza y seguridad; pero no hemos de olvidar que Dios, infinitamente misericordioso, había sido el ofendido y era también el Juez, Su presencia, ine- vitablemente, debía hacerles temblar en todo tiem- po y lugar, porque no hay torcedor más horrible que el de la propia conciencia, abrumada por el ré- cuerdo de la ingratitud. El hombre, tan altivo y osado, cuando aspiraba auna entfática superioridad, hallábase entonces so-