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WM clamores! La reparación completa tardaría en llegar, cuanto tardara en existir aquella afortunada mujer, que debía reñir la gran batalla con la serpiente infer- nal; pero la misericordia y el perdón, y juntamente Con ellos el consuelo y la felicidad, hubieran colma- do atodos. ¡Dichosos cuantos lo escucharon con docilidad y se mantuvieron fieles en la preciosa nao de la esperanza, que tan dulcemente les ofrecía! ORACIÓN PARA ESTE DÍA ¡Oh dulcísimo Nuncio de Paz! Oh Madre de piedad! venid, venid con frecuencia a nues- tro pueblo y entrad presurosa en cada uno de Sús hogares, para que núrica olvidemos lo in- finito, que a Dios debemos. Somos débiles e incurrimos fácilmente en la indignación divi- na, pero nos hallamos dispuestosa llevar con resignación y conformidad cuantos castigos puedan sobrevenirnos, entendiendo que los hemos merecido. Dadnos nuevo aliento, Vir- gen santa de la,Paz y haced que resuene en lo más íntimo de nuestros corazones el eco suavísimo de vuestra consoladora voz. Que- rémos la paz con Dios y con nuestros próji- mos. Otorgádnosla, Madre amorosísima,, jun- tamente con la gracia, especial, que. devota- mente os pedimos en esta novena. Amén: