BCCPAM000501-5-24p2d000000000

y eso desconfiamos de hallar benigna acogida bajo ese manto sagrado, en el que se han refugiado todos los arrepentidos. Estáis, Ma- dre clementísima, a la diestra de vuestro divi- no Hijo, para favorecernos copiosamente, auxiliarnos prontamente y guardarnos dili- gentemente. Ea, pues, Señora nuestra, llenad los designios del Altísimo, y seremos felices aun en el valle de lágrimas, donde vivimos desterrados. No atendáis a nuestra indigni- dad, aunque sea grande, sino.a nuestra indi- gencia y flaqueza, campo en el que habéis empleado todos los tesoros divinos a Vos confiados. Nuestra confianza en Vos, Virgen piadosísima, es ilimitada, porque vuestra compasión no ha conocido términos ni barre- ras. Prevalidos de esta confianza, nos intere- samos cerca de Vos por el Romano Pontífi- ce, Vicario de vuestro divino Hijo en la tie- rra, por la Iglesia Católica, nuestra Madre, por los misioneros entre infieles, por los ago- nizantes y por las almas del Purgatorio, pi- diéndoos el descanso para unos, la perseve- rancia para otros y para todos la paz y la gloria eterna. Amén,

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz