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a 18 ún so Satán y dar en tierra con sus orgullosos planes. Y. ¿quién fué .esa mujer valerosa sino la Virgen María, en cuyas purísimas entrañas se dieron el abrazo eterno la Divinidad y la humanidad? Com- prendiéronlo así los reos, y to pidieron más; la presencia de la excelsa Señora los llenó de consue- lo. ¡Oh! ¡cuán hermosa y refulgente debió aparecer aquella bendita Aurora ante sus lagrimosos ojos! Bendigámosla todos a porfía, rogándole se nos haga presente en todos los percances y desalien- tos de nuestra' vida. (Meditese sobre lo dicho y pidase la: gracia; que se desea). ORACION PARA..ESTE, DIA ¡Oh bellísima Aurora de la Paz! ¡oh san- ta Madre de Dios! elegida :fuisteis, para.la reconciliación del Ofendido con el ofensor, de Dios con el hombre, y bien sabemos cuán a satisfacción de ambas” partes cumplisteis vuestra misión pacificadora. Os bendecimos por tan gloriosa .obra y nos "congratula- mos con Vos de todo corazón, asociándonos a los parabienes, que el Cielo y la tierra os ofrecieron. Lleguen.a vuestro amantísi- mo corazón nuestras pobres alabanzas y mué- vanlo.a piedad; a fin de que nunca nos falte: suveficáiz, apoyo. -¿De:Vos; Aurora: bri- Hante «de: la: Paz; lo esperamos toda,:a imi=-