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— ver, dice , lo que pasa allf con Ticio y Prometeo: un buitre. cruel, que tiene su nido en lo mds hondo del pecho de su_ victima, no hace mds que devorar lasentraiias que retonian sin cesar, deleitdindose la fiera en comerlas, y sufriendo éstas dolores horribles, sin que se dé descaniso alguno 4” las fibras siempre nacientes (1). = ™ eS ie No me pregunteis, anade el poeta, porqué desgracia han venido los hombres 4 tan horrible suerte: alli he visto 4 algunos, sobre quienes caia un pefiasco, y al pasar éste, hajaba otro, y despues otros sin interrupcion (2). He con- templado los asientos mullidos y forrados de telas de oro al rededor de las mesas del convite,, y he visto que estas estaban cubiertas de manjares con un lujo propio de reyes, | y cerea de ellas 4 muchos hambrientos, que las olfateaban y las devorarian. Pero la mayor de las furias esté sentada cerca, y no permite que ninguna mano llegue 4 ellas (3). Como se ve por los versos que referimos , Virgilio llega’ 4la mayor sublimidad que puede darse, al tratar de esta. verdad sublimisima, que la religion nos ensefia, sobre las penas de los malos. Y aunque sea fuera del objeto propues- to, séanos permitido afiadir, que hay ciertos conceptos tan’ -admirables, que no parece sino que estan tomados de los Evangelios. Tal es la descripcion que hace del fuego que hay en aquel lugar , el cual lo rodea en forma de. tres rios, que corren entre tres murallas (4). Tal es el llanto contfnuio sPMey ESS AY rostroque immanis vultur obunco Immortale jecur tundens , foecundaque posnis Viscera , rimaturque epulis, habitatque sub alto Pectore: nec fibris requies datur ulla renatis. 12) Quos super atra, silex jam jam lapsura , cadentique Imminét assimilis, (3) i. 2 yanaheavtne os coon e e Lucent qtiiialtbiin a2 altis Aurea fulcra toris , epulseque ante ora paratse Regifico luxu. Furiarum maxima juxta Accubat, et manibus prohibet contingere mensas, (4) Meenia lata. videt , triplici circundata muro : Que rapidus fammis ambit torrentibus amnis, ae