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LAS brepujan 4 las demas en grados eminentes , sea por sus vir- tudes , sea por la prestancia de su ingenio, 6 por la ex- celencia de su naturaleza, 6 sea por la dignidad, 4 que hayan sido sublimadas. Yal llamar dioses 4 esas excelsas ‘criaturas , no desemeja mi lenguaje del que empleé el can- tor tispirado de los salmos, quien, al hablar de algunos hombres condecorados con una dignidad singular, se ex- pres6 asf: Yo dije. vosotros sois dioses (1). Entre tantas criaturas como han salido.de la mano de Dios , perfectas todas en su género, hubo una, cuya hermo- sura y perfeccion era superior 4 la de las demas, y esta criatura se llam6 Lucifer. Su nombre dice todo lo que él po- dia ser: pero este corifeo de los angeles se olvidé de que era criatura , y quiso sentarse en el trono del Altisimo (2), costandole esta altanerfa la pérdida de su felicidad, y el ser arrojado al Tartaro. Pero Dios tenia en su mente 4 otra cria- tura , la cual, si bien en su naturaleza era inferior 4 los dn- goles, los excedia con mucho 4 todos, y al mas noble y ele- vado de ellos, en pureza, en santidad , en ilustracion , en privilegios y en dignidad : porque esté tan sublimada, que desde la eternidad era el principio, el medio yel fin de las obras de la creacion, y despues se senté en el trono de su Hijo Dios en el cielo. He ahi, pues, los dos adalides del , gran combate que voy 4 referir, combate que he llamado | de los dioses, por haberse dado entre la gran muger y el Le- viatan del abismo. Esta gran batalla se verified como diré- ahora, poniendo dntes los preliminares que precedieron, y sefialando la causa que dié lugar 4 ella. Era el dia sexto del mundo: en él crié Dios al hombre de la nada, y formé de una de sus costillas 4 su compaiie- ra, haciendo 4 los dos tan perfectos y hermosos, y dando- les tanta felicidad , que excitaron la envidia del angel caido, el mds feliz de los séres un dia, el mas desdichado de todos enténces, por haberlo Dios arrojado del cielo. Bramaba de (i) Ps. LXXXI. v. 6. (2) Isat, cap. XIV, vy. 42.