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los cuales, bajola dependencia 6 imspeccion de los obis- — pos, se enseiie la religion catdlica. Esta es la guerra santa que nuestro Santisimo Padre ' bendice, y 4 cuyos asociados en ella anima 4 Ja perseve- rancia y 4 que se joventes en maa para fortificar esta union contra el error. Ahi esta, pues, descrita * defensa. que pertenece 4 to- dos los fieles , a union miitua para no admitir el error, y para rechazarlo. Es esta la misma guerra’ descrita en los Evangelios, guerra entre corderos y entre lobos. Cuando los,corderos estén reunidos enel redil, y se halla junto 4 ellos su pastor, por mds que el lobo dé algun salto y hiera con una dentellada 4 algun cordero, no se lo lleva, a ~- el pastor lo defiende. Aprendan por tanto los cobardes: levantense los amilae lanados , y tinanse todos para resistir 4 la impiedad reinan- te en muchas partes, no obedeciéndola en nada que sea contra la religion catélica y sus dogmas; y obren sin temor en ese terreno , que es el de la defensa legitima.» ot Si entre tanto ,alguno que tenga derecho legitimo y au- toridad justa para hacerlo, levanta el estandarte guerrero y convoca 4 su pueblo para atacar 4 los que, con Ja fuerza de las armas pretendan destruir al pueblo. catdlico, 6 su- jetarle violentamente y con la fuerza brutal 4 qué apostate de su fe , enténces tienen Jos catélicos, obligados 4 la obe- diencia. del que los llama, no solo el derecho sino el deber’ de seguirlo cuantos puedan hacerlo. Enténces, repetimos , los que han peleado como corde- ros , resistiendo dla impiedad; y aundndose en cohortes sagradas para apagar el mal por medio del hien, vuélvanse ' leones ardientes para el combate , diciendo 4 Dios con Da- vid: gNo es verdad; Sehor, que yo heaborrecido a los que te aborrecen , y que me consumia interiormente , por causa de tus enemigos (1)? Y animdndose unos 4 otros 4 la (4) Psal. CXXXVIII. v. 24.