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as OFos y que ha condenado , sin exceptuar 4 los reyes, & cuantos rehusen escuchar y obedecer 4 la Iglesia. Con profundo dolor, pues, Nos hemos sabido que aquel error pernicioso es , no solo defendido por los hombres extrafios 4 la Igle- sia , sino tambien aceptado y recibido por algunos caté- licos:* »Por esto vosotros, que en’ medio de tan grandes per- turbaciones habeis wido llamados por la Providencia divina 4 la defensa de la Iglesia y de la religion catélica, y en ayuda del clero oprimido, no os habeis extralimitado en manera alguna’en vuestra mision, combatiendo, bajo su direccion , en los primeros puestos “dé la batalla. Al contra- rio , no hhaadix sino prestar, con motivo, un servicio a es un deber filial) al clero cautivo. »Mas en esta lucha no entrais en la liza solo por vuestra libertad religiosa y por el derecho de la Iglesia , sino tam- bien por vuestra patria y por la sociedad humana, que for- zosamente caminan 4 la disolucion y 4 la ruina, ial se las priva del ot gaapean a. la autoridad divina y = la reli- gions: eS +e »Dando gracias {ir todo esto 4 Dios , que 5 te Asu Esposa, tan cruelmente combatida en todas partes , asistencia por vosotrosy los demas fieles del universo, Nos pedimos de _ todo corazon por vuestra Asociacion, yNos la prometemos, “Ja poderosa ayuda celestial y los mas preciosos dones de la gracia, para que no se aparte del buen camino, no rehuse 4 la autoridad eclesidstica la obediencia debida, y no flaquee _ en esta prolongaday penosa lucha. Esperandolo asf, Nos os concedemos como prenda de la gracia divina y como prueba de nuestra ‘paternal benevolencia , 4 vosotros todos y 4 vaestra obra, con el ‘mayor afecto , “ sxreme bendicion apostdlica. : ‘»Dado en Roma en San Pedro 4 10 de — de 1878} en oh 27.°aiio de nuestro pontificado: »PI0 PAPA 1X.»