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ae Esse quieren , ni pueden, ni deben someterse 4 sus caprichos impfos, y porque la dicen, que no les es permitido ingerir- se en el gobierno de la Iglesia; ella los ha despojado de sus bienes, 6 intenta matar de hambre 4 los sacerdotes; ella trata 4 los mismos, como si fueran galeotes y hombres para quienes no hay garant{as y derechos. »Esto es una cosa palpable y visible, que no se ve en ninguna nacion civilizada: pues aunque las hay revolucio- narias y en actual revolucion, ‘siquiera tienen. pudor politi- co, que es lo tiltimo que puede perder un gobierno. 5 Qué mas? Esto.no se ve hoy dia ni entre turcos y moros, pues aungue conservan sus errores , han cedido, sin embargo, 4 la influencia que ha ejercido en ellos la religion catdlica, que ha enseiiado, por medio de sus, casi innumerables, em- presas de caridad en el seno de esas mismas naciones, el respeto que debe tenerse 4 todo hombre, 4 sus bienes,4 su propiedad, 4 su derecho. »Nadie puede negar estos hechos : ni tampoco, que la con- ducta que observa con respecto 4 los catélicos el sultan de Constantinopla ,,es lo quese llama verdaderamente liberal; pues no los molesta en nada, ni para nada, en su vast{simo imperio, y aventaja, hasta sin punto de comparacion, 4 la de esa oligarqufa atea é intolerante, que ha dado libertad 4 todo lo malo, y puesto cadenas 4 todo lo bueno, no pudien- do vivir los religiosos en el dominio de su gobernacion, sino de contrabando y como 4 hurtadillas. Ware a »Ved ahi la historia genuina de lo que esta pasando en esta tierra tan nobley tan venturosa. Mucho me asombra este cambio de ideas: pero, me asombra alin mds esa im- pasibilidad del pueblo, llamado catélico por excelencia. Al ver por mis propios ojos lo que me habeis oido, me he preguntado 4 mf mismo , ,d6nde estan los hijos del tiempo