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— r= tables estriba cuanto pertenece d religion y moralidad , pues _los tres primeros preceptos del Decdlogo son la explicacion — del primero, y los otros siete explican el segundo, en todas las relaciones queel hombre tiene en sociedad con los demas hombres. Bastan los diez preceptos de la ley escrita, para que la sociedad racional basada en ellos sea perfecta ; por- que con la observancia de ellos se cumple toda justicia, que consiste en dar 4 cada uno lo que le pertenece: 4 Dios, amor, obediencia y adoracion; 4 los hombres, todo lo que cada uno quiere para sf mismo. g Cudnto mds perfecta puede ser esta sociedad , despues de la venida de Cristo y de la predicacion de su Evangelio? Porque en restimen , aparte de los altfsimos misterios de la unidad de Dios y la trinidad de sus personas, de la encarnacion del Verbo divino, de la fundacion de la Iglesia, y de la manifestacion de otras ver- dades sobrenaturales , todo lo demas que contiene el Evan- gelio estaé reducido 4 explicar la ley de Dios. »La sabidurfa de Dios esta justificada en toda plenitud : con solo el primer axioma de los indicados, sabe el hombre que, debiendo adorar 4 Dios , lo ha de hacer sometiendo su entendimiento 4 creer la verdad que él le revele, y su vo- luntad 4 lo que le mandare: porque siendo Dios eterno, in- finito , inmenso, es incomprensible: siendo esencialmente uno, la verdad ha de ser esencialmente una, y la religion en que se le adore, tiene que ser una, y procedente dela — revelacion de Dios: en habiendo dos, una de ellas tiene que ser falsa, como obra del hombre. »Ya ves que, en ese gran axioma de la ley natural, est encerrada toda la civilizacion del mundo: y sucede otro tan- to con el ofro , pues es el compendio de los principios de justicia y de derecho, en que estriban la familia, la propie- dad y la sociedad. Pera dado caso que no se conociesen en la sociedad sino esos dos principios, la civilizacion tendria ‘ya un grado menor: mas habiendo Dios instruido al linage humano, déndole una ley escrita , la civilizacion debia te- ner un grado mayor : y despues que el mismo Hijo de Dios 22