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VELADA XIX. ~ Bl sermon del monte de Toloiio. ———— 4 PRIMERA PARTE. on Tr: A. Dinos. mc pues, dijo el orador al empezar 4 hablar, al bellfsimo panorama que hay desde Toloijo hasta los mon- tes de San Lorenzo , y allf nos sentamos, uno casi enfrente de otro. Una sola ojeada dié mi compafiero, diciéndome en - el acto. «; Ah! hermano: no hay pats en el Occidente, donde Dios haya derramado mas bendiciones que en Espaiia; ni sus hijos debian cesar jamds.de dar gracias al Altfsimo por sus misericordias. » Dijo esto el incédgnito con tanta efusion de alma , que me conmovid, quedando él en seguida silencioso , y con los ojos fijos en el suelo. Apénas me atrevia yo 4 interrumpir la quietud de aquel corazon, que segun todas las apariencias, parecia que no pensaba mds que en Dios, y en los beneficios que hacia 4 Espaiia. Por fin , viendo que el silencio se prolon- gaba, me decidi 4 interrumpirle, diciéndole que me lison- jeaba con la idea, de que casi leialos pensamientos profun- dos de su alma. En efecto, le dije, cache es lo que Dios ha hecho por nosotros, y son grandes los adelantos de este pueblo, Los extranjeros, salvas algunas excepciones dignas de ologio, no conocen la Espaiia, y dicen tantas necedades algunos de