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eee ir: La Zagala mas hermosa de Haran, No bien habia Acuchaditt de la tribuna el orador , y en- caminddose 4 su asiento entre los aplausos de los concur- rentes, ocup6 otro la catedra, y repitiendo en alta voz el epigrafe que antecede, emperd, 4 hablar del modo ‘Si guiente : . Santo es, por cierto, el dia que hemos celebrado, y no debemos hablar en él sino de cosas santas, y sobre todo, de aquellas que tienen relacion con la Virgen Maria ; pero esto no impide, que diga desde ahora el propdsito en que estoy, de conduciros en espiritu 4 regiones amenas, en las cuales abundan los yvergeles deliciosos , donde se ven jardines for- mados por Ja naturaleza, riberas risuehas engalanadas con los sauces, laderas cubiertas de capas frondosas, valles matizados de los mil colores que producen los frutales, y los sembrados y oteros coronados de arboles sin numero, cuyos verdes, mas 6 ménos claros, encantan los ojos del especta- _ dor. ¥ digo esto, porque hay algunos hombres, poco ilus- iwados, por cierto, que se empefan en que el hombre entregado 4 la virtud no ha de hablar sino de austeridad, dejando las florestas de los campos para los hombres sen- suales, ni ha de referir historias de doncellas graciosas y lindas, :por no ser propio eso sino de poetas de imagina- cion acalorada , y de séres apanigpnune por cosas mun- _ danas. : 34 No pensamos ast ; al contrario, creemos que el hombre que ama 4 Dios con todo su corazon, se eleva 4 él al con- templar tantas bellezas como ha derramado en la super- ficie de la tierra, no ménos que al levantar sus ojos 4 esa béveda celestial , tachonada de tantos diamantes de fue- go, como nos parecen las estrellas. Si las flores de los cam- pos sirvieron de tema 4 Cristo para ensefiar 4 los hom-