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we RS x, -el hijo de aquella , y les que se verificaron con el Hijo de la Virgen. an ’ Vivian alegres y contentos el Patriarca y su esposa, teniendo todas sus delicias en aquel Isaac, que Dios les habia dado por milagro, cuando el Sefior habla al padre venturoso, y le manda que tome 4 su hijo amado, y vaya con él 4 un paraje que él le ha de mostrar, y allf se lo ofrezea en sacrificio sobre el monte que 6! mismo le ha de sefialar (1). El Patriarca obedece silencioso y resignado, sale de su casa de noche, acompaiiado del hermoso jéven y de dos criados, y al tercer dia de su viaje ve el monte de la vision , corta la lefia que ha de formar la pira del sacrificio, manda 4 sus criados que le esperen, hasta que vuelva des- pues de haber adorado al Sefior, pone el haz sobre las es- paldas del hijo querido, y sube en su compaiifa al monte del sacrificio, llevando él en sus manos el fuego con que ha de encender la pira, y la cuchilla con que ha de degollar al que va 4 servir de victima. Este monte erael mismo Moria, llamado hoy el Gélgota, el Calvario. E Sabido es lo que sucedié: al levantar Abrahan la mano para degollar al inocente Isaac, que se habia dejado atar con humildad y en silencio, Dios mandé al Patriarca, que no descargaseel golpe, pues habia visto que, por obedecer- le, no habia perdonado 4 su hijo tinico (2). Pero entre tanto, fijemos la vista en Sara y en la Virgen, y veremos al mo- _ mento cudn parecidas son en los destinos de sus hijos. Diez y nueve siglos despues, habia de subir el Hijo de Marfa al mismo monte ; llevando sobre sus hombros el lefio de la cruz, quele habia de servir de lecho para sacrificarse por’ los pecadores. Sale tambien aqui al frente la semejanza y la diferencia: porque el hijo de Sara era un tipo, y no llegé 4 representar sino la inocencia y la paciencia de Jestis, mas no su inmolacion : pero el Hijo de la Virgen ejecuté el via- je de Isaac, y ademas fué inmolado en toda verdad, no (4) Gén. cap. XXII. v. 2. (2) Gén, cap, XXII, v. 12.