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— 299 — sostener el culto; y en eso tambien tenia razon aquel autor. Pero, luego aiiadia, que nose entendia por eso, que el Es-. tado habia de indemnizar todo lo pactado, sino estricta- mente aquello, puramente necesario para los ministros, y_ eso , calculando con el mayor rigor lo que cada uno necesi- tase para vivir. Y despues, el mismo empezaba 4 suprimir sillas episcopales , colegiatas y parroquias, para que eso, que llaman presupuesto, bajase, siquiera dos terceras par- tes. Ya veis qué légica se tiene en estos tiempos. »Mas que eso contenia el proyecto: despues de hacer esa gran rebaja, quedaba intacta, al parecer, la céngrua sustentacion de los curas: y dice el autor, que esa la han de pagar los vecinos de cada pueblo, entendiéndonos nos- otros los curas con los alcaldes, para cobrarla. Ya veis , hi- jos mios, que por ese proyecto , los curas van 4 ser en adelante cobradores de contribuciones : y temo mucho que, amandoos yo tanto 4 vosotros , vosotros me habeis de de- testar, asi como lo hacen todos los pueblos con los cobra- dores. »Vosotros no querréis pagar, y the diréis que, hace dos afios , que no se paga al Clero lo que se le debe : y que, co- brandose doscientos millones anuales para Culto y Clero, no quereis pagar en dos afios, pues esas sumas deben estar en la Tesorerfa, atendido 4 que el Gobierno no tiene derecho 4 emplearlas en ningun otro objeto. Pasados esos dos afios, tampoco querréis pagar: y me diréis que , miéntras el Go- bierno no os rebaje el seis por ciento de contribucion, no -soltaréis un maravedf para el Cura, porque no es justo que se cobren doscientos millones de contribucion para Culto y Clero, y que despues, pagueis vosotros otra contribucion aparte ; y asf, mi pacffica feligresia se convertird en un in- fierno. » Hijos mios, yo no quiero ser vuestro J cobirstide, ni por mi honor y por el vuestro lo permitireis vosotros: Uegado _ese caso, que Dios aparte, volverémos 4 aquellos tiempos felices , que empezaron en Jerusalen el mismo dia de Pen-