BCCPAM000445-4-32000000000000

Ul. } Habia yo ido4 mi lugar 4 concluir , como he dicho, mi recreacion de verano: fut un domingo,4 oir misa , como lo hago cada dia, y me encontré que era el mismo venerable sacerdote quien iba 4 decirla. Pero en ese dia, como festi- vo , predicé 4 su pueblo, y lo hizo con tanta sencillez, que se mequedé impreso en la memoria cuanto dijo. Empez6 su exordio , en él cual exposité las palabras de Cristo sobre los ~ seudoprofetas y anticristos, que habria en el mundo, y des- pues de preparado el terreno para simern’ la palabra de Dios, dijo asf: «Hijos mios, estamos en tiempos muy calamitosos para la fe , y tan peligrosos para las almas , que parecen los mis- mos que San Pablo anunciaba 4 su disc{pulo Timoteo, que habian de venir. Ved con qué cosa tan rara y tan ridfcula nos ha salido ahora la gente de la revolucion: es un proyec- to de reforma de la Iglesia de Cristo , en el cual, confiesa el mismo hombre del proyecto, que la Iglesia por la misma . esencia de su constitucion, debe poseer bienes temporales: pues consta de hombres, cuyas necesidades son como las de los otros: tiene un culto externo, y todo esto demanda recursos para sostenerse. ; »Ya veis , amados oyentes , que el hombre del proyecto, pues yo no debo nombrarlo en lugar sagrado, esta di- ciendo una verdad de derecho natural, como que la Igle- sia catdlica es una familia visible, y toda familia tiene derecho natural 4 poseer lo necesario para alimentar- se. Pero yo digo ahora: siendo eso verdad, segun el del proyecto, gpor qué se han quitado los bienes 4 la Igle- sia? 4Con qué derecho se los ha apropiado el Gobierno? »Este hombre del proyecto decia todavia mas: decia que la Nacion se ha obligado con un contrato solemne 4 in- demnizar 4 la Iglesia esos bienes, dando una sustentacion | céngrua 4 todos sus ministros , y lo que sea necesario para

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz