BCCPAM000445-4-32000000000000
sae AE nae misma: , pues qué, he de paris: verdaderamente , siendo una anciana? ; Hay acaso algo dificil para Dios? Dicho estaé ya: de aqui 4 un.ano, Sara tendrd un hijo. Dulce y encantadora era para Sara esta risa que sintid en su alma, al oir que, siendo anciana, iba 4 ser madre; y durdbale, mds de un aiio despues, repitiendo sin cesar : Mucha alegria me ha dado el Senor , y quien oiga. esto, no podrd ménos de reirse y alegrarse conmigo. ¢ Quién creeria que Abrahan habia de oir, que Sara habia de dar el pecho & su hijo, tenido cuando. él es un anciano de cien anos (1)? Motivos tenia Sara, y muy poderosos, para regocijarse en un acontecimiento tan fausto. Era madre, y lo era fuera de todas las leyes naturales, pues no concur- rian en ella ni en su esposo las condiciones necesarias para serlo, segun el 6rden natural de las cosas. Era madre por un milagro manifiesto de la omnipotencia de Dios. Pero en esa maternidad y en el modo de haberla logrado, Sara era un tipo admirable de una Virgen de tres lustros de edad, que habia de concebir por otro ‘mmilagro, mayor que el que se operé en ella, por un portento , no fuera de las Jeyes de la naturaleza, sino superior 4 esas mismasleyes, y tan sobrenatural é inefable, que causaria estupor 4 los mismos Angeles. Hay una disimilitud asombrosa: porque una vir- gen de quince afios y una anciana de ochenta 4 noventa son dos séres , que apénas se parecen mds que en lo esencial de su ser y de su figura. Por lo tanto, en Sara se verificé el milagro de ser madre fuera del 6rden natural, en la Vir- gen sobre todo drden de naturaleza. La diferencia es in- mensa, pero hay entre aquella que es la sombra, y entre esta que es la realidad, la similitud del ube wnbratib y de su realidad. Desciibrese, sin embargo, una semejanza mas Ss alinta entre la madre de Isaac y la del Hijo de la Virgen , cuando se comparan escenas con escenas, las que ocurrieron con ‘ (1) Gén. cap, XXI. v. 6.7.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz