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— 290 — ha, dicho hace pocos dias en publico Congreso de Diputa-— dos un Ministro. Pero ahora no sucede asf: esos. bienes repartidos éntes entre veinte mil han venido 4 parar 4 manos de ciento, 4 quienes se ha vendido r diez, y quizds este diez es pura- mente nominal , lo que valia ciento. Y estos nuevos posee- dores de bienes sagrados han levantado palacios, han for- mado vinculos, se han hecho t{tulos, ostentan escudos. y blasones, tienen carrozas Pibarhiaa.. criados con libreas, mesas op{paras, y por consiguiente tienen un corazon sin piedad , sin caridad , sin compasion 4 los pobres. ~ Porque, hay que tener presente, que es muy dificil unir la compasion con la abundancia de riquezas, obtenidas por medios lfcitos, 6 heredadas con titulo legitimo: més j unir esas virtudes con la posesion de tesoros, comprados quizds ficticiamente 4 los vendedores de bienes, que eran de la Igle- sia, es decir de Dios, de Cristo su Hijo! eso no: eso es im- posible: los Lores ingleses, que, en tiempo de la heretical Isabel y de su obscenfsimo progenitor , se hicieron grandes y opulentos con los bienes de las abadfas y de las catedrales, son la prueba monumental de lo que digo. En sus casas de campo, todavia hay perros que tienen su tugurio 4 laen- trada, ensefiados 4 no dejar que se acerque un solo pobre. La dureza de corazon es el patrimonio de los homhnen enri- quecidos con los bienes de la Iglesia. _ Ademés,, esas sociedades han visto, que por efecto de esa revolucion anarquica , que tenemos en nuestra patria, hace tantos afios,, se ha perdido casi toda nuestra antigua indus- tria: que est4 en el mayor atraso la agricultura, y sumido todo el pueblo en general en muchas escaseces, por efecto de, once 6 doce mil millones de contribuciones, que.se han — devoradoen un solo trienio: saben que la deuda de la nacion va, creciendo tanto, precisamente despues que se han ven- dido los bienes de la Iglesia, que , siguiendo asf, puede lle- gar el caso, de que habra que vender como esclavos 4 todos los espaiioles para pagarla; saben, por fin, que llega 4 tan.