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— 2a Y esto es tan claro como la luz en. el progreso del espiritu humano, asi como es palpable.y visible lo que sucede con el progreso del cuerpo: de nifio lactante se pasa 4 ser nifio que empieza 4 andar: de la edad de la puericia se va 4 la juventud, y de ahi 4 la mocedad, y de ahf4 la edad del vigor , llegandose por grados progresi- vos4 la edad de la fuerza y la consistencia. Con sorpren- dente analogia sucede otro tanto en-el progreso del alma y desus afectos: es ella un diamante que s va puliendo poco 4 poco, quitandole la primera capa de la ignorancia con que viene al mundo, afindndola despues con los elementos de las ciencias, y déndola por fin toda la diafanidad ybrillantez . que necesita, para ir adquiriendo nuevas luces de ciencia y de virtud. El progreso es, por tanto, una propiedad inheren- te dla especie humana y 4 cada uno de sus individuos : el, que se empefiase én Aeetraigtins acometeria una empresa hija del error. — #: Del mismo modo yerran los que, »poriainversa, conside- ran que el progreso del hombre es una especie de resorte, de tanta pujanza, que conduce al hombre y 4 la sociedad viajera en este mundo, hasta llegar al punto culminante y ultimo de su perfeccion , quedando exhausto el atributo de su perfectibilidad , 6 como dicen algunos en estilo algo bar- baro para nuestro idioma, de su perfeccionamiento. Por mas que se empefien los hombres, nadie puede. progresar en este mundo hasta llegar al tiltimo grado, al grado ab- soluto dela perfeccion; pues esto se le reserva para la otra vida, enla cual, as{como sera enteramente feliz en la vision de Dios , sera tambien enteramente perfecto, y solo entén- ces quedard agotado, hasta el viltimo grado de su eatin lidad. Y pregunto ahora: gpodra conseguir todo el conjun- to de los hombres en este mundo, lo que no puede alcanzar_. ninguno de ellos en particular? En esta materia el argu- mento vale de menor 4 mayor: porque el estado de igno- rancia en que todos nacemos, es universal, es no solo la