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—R— ahora y lo sera semnDRe, Sa ancion, inmanente de Jesu- cristo. | ’ Por via de sda como, "tian ‘los seiaatoees podemos decir al ver 4 Jestis nifio, necesitando del auxilio humano , quese ha despojado desu omnipotencia, y que nada puede: pero, en materia de amor, no es»posible-la abstraccion, ni podrfamos decir jamds que Jestis no ama, porque, precisamente porque ama 4 los hombres, se ha hecho nifio, y reducido4 tal estado, que,aparece desvalido. Esta visto, por tanto, cudl es el cfrculo, en donde, colo- cado el hombre, tiene una grandeza humana absoluta, pues hace, en efecto, grande al hombre con relacion 4 todo : este circulo es la caridad , 4 cuyo impulso hacemos bien.4 nuestros semejantes. Exam{nese en este horizonte la gran- deza de Jesucristo, y se.la vera esplendorosa como el sol: no hay duda que Jesucristo fué un gran capitan, un gran conquistador; batalla como la que él did, nila hubo, nila habra hasta la consumacion del mundo: castellano y atleta mds armado y mas pertrechado de fuertes reductos, que el que le salié 4 la lid, y midié sus fuerzas con él,.tampoco lo ha habido ni lo habra. Jesucristo le did batalla , usando en. ella de la estrategia divina, que fué necesaria para un combate tan descomunal : la estrategia estuvo en presen- tarse desarmado, cuando su adversario traia cuantas armas se forjan en los arsenales del averno. Didse la batalla, y allf no hubo mds sangre vertida que la del vencedor, ni mas vida perdida que la de Jesucristo. | Esto sf es ser grande. en la guerra, pide, en el comba- te , grande en el triunfo: armarse caballero. por ir 4 hacer bien 4 todos, sin querer nada para s{; ir 4 buscaral-enemi- go de todos, para quitarle el imperio del mundo, y dar al mundo entero, que era esclavo, completa libertad, no queddndose el que mas. trabaja, més que.con la gloria de haber hecho. bien: dar batalla, en que uno de los adalides sabe que, para triunfar , ha de morir; y sin embargo, mo- rir, y morir con tanto amor, que quisiera morir otras mil