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Sigamos por un momento al patriarca Abrahan en st vida, y diremos que Dios lo sacé de Mesopotamia, lo favo- recié en la Palestina, lo enriquecié en Egipto, lo visité en Mambré, le hablé en Moria, y le juré amistad en los llanos de Canaan. Todo esto lo vamos enumerando por el tiempo, por la distancia , por la region y por los afios : pero cuando queremos saber el porqué de tantos rasgos de beneficencia de Dios, todo lodecimos en una palabra, que no tiene pasa- do ni futuro, contestando que Dios hacia todo esto, porque amaba 4 Abrahan en todas partes. En los beneficios hace- mos diferencias, y los contamos: en el amor no contamos, pues nuestra razon nos lleva 4 hacerlo indivisible, siempre presente, siempre uno, siempre en accion, siempre be- néfico. Y esto es precisamente lo que da 4 las acciones de Jesu- cristo esa grandeza infinita, ante la cual se dobla toda ro- dilla en los cielos, en la tierra y en los abismos; el amor; aquel amor acendrado que tiene en su corazon, y que es siempre el mismo, y no admite interrupcion enla misma naturaleza humana de este amante de los hombres. El nace entre los hombres , y muere treinta y tres alos despues: y asf como hay intermedio entre estos dos actos, lo hay en- tre los innumerables, con que ejercié su omnipotencia en favor de los mortales. Pero ;podrén darse intersticios en el amor? No 2 e8e e8 en el Corazon de Jestis como el primer motor de una gran maquina, que se mueve por sf mismo , moviendo despues 4 los demas resortes que estén ligados con 6]. Am6 el Hijo de Dios al hombre ; y por cuanto lo amé, bajé del cielo, tomé nuestra carne, nacid en un portal, huyé 4 Egipto, erecié, vivid en soledad, trabajé, sudé, hizo milagros, ensefid , predicéd, murié, resucité, y subid los cielos: de tal modo, que lo mas grande en Jesucristo es lo que no se ve con los ojos, ni se palpa con las manos. Es decir, que el nacer, él morir, el hacer prodigios fueron actos de un mo- mento, pero el amar 4 los hombres, fué, asf como loes 47