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es —143— bien al mal, y sacabienes de los mismos males. Los gobiernos, siguiendo los malhadados principios de libertad sin limites , mas para lo malo que para lo bueno, y sancionando el derecho de asociacion, han abierto camino ellos mismos para esas reunio- nes, en las cuales la juventud caldlica trata de los intereses religiosos y sociales, haciendo esto con mejor derecho que el otorgado por constituciones ateas a los que se juntan para conspirar contra Dios, contra la Iglesia, contra la propiedad, contra la familia y contra Jasociedad. Todo hombre que piense bien y tenga amor a su patria, debe felicitar 4 esa juventud catélica por su asociacion y por su fortaleza, superior 4 su edad y tambien a la época en que vivimos. Es una transfuga del siglo, de las escuelas en que ha sido educada y de los maestros que la han amamantado en esa “filosofia alemana, que gobiernos imprevisores, 6 mejor dicho, hombres muy poco cristianos, han importado 4 nuestra amada patria. Esa juventud , inspirada en las luces de la verdad, des- pues de haber oido lecciones filosdficas que podian corromper sus entendimientos, ha dicho al siglo presente: Tui eres un padrastro; y @ esa ciencia impia , que esta corrompiendo las almas candorosas y generosas de los jévenes incautos: Tu eres una madrastra; y al decirselo, les ha vuelto la espalda, yéndose al horizonte de la verdad, y formando alli su campa- mento, en el cual ondea un pabellon blanco , que tiene este lema: Yo soy el camino, la verdad y la vida. Ese yo es Jesu- criste.: aes: A esa juventud, por tanto, tan noble, tan generosa, tan amante de su fe, tan legitima hija de espaiioles legitimos, de- dicamos esta obra, para darla una prueba, aunque muy corta, de lo mucho que la amamos en el Seftor. Lo que vera en ella quien se dignare leerla, mas que fruto de nuestra propia cose- cha, sera la relacion de lo que hemos oido, la historia de lo que estan viendo todos.