BCCPAM000445-4-32000000000000
ee. sien : todos estos hombres , que tan perfectamente ud ieron. que. estaban encerrados entre la montaiia, is del mar, y el ejército de los egipcios , fueron aguas que ies dieron paso , que las aguas eran aguas, mién- tras no eran sino nieblas (1). Viene en seguida la estupidez de los egipcios: porque Moisés , dicen estos hombres, repar- tidores de talentos y estupidez 4 su gusto, como sabia tan-- to en materia de ciencias naturales aprendidas en Egipto, . S@aproveché de la baja marea, y obligé 4 su pueblo 4 que pasase al otro lado, sin mojarse apénas hasta las rodi- llas. Pero he aqui que los egipcios entraron al mar detrds de ellos » para perseguirlos en las costas de Arabia, donde _ ; estaba ya casi todo el pueblo hebreo: mas era ya tiempo del repunte. de la marea, yla mar crecié , ahogdndose en sus aguas todos los egipcios. Ast explican los Pine esa gran catastrofe. Sag eG. Si-esto es saber, si asto es filosofar es goguto: que las cdtedras de semejante filosofia , mejor que en la Sorbona 6 en Oxford, estarian en el escenariode un teatro, y en losla- bios de un juglar. ; Vaya! 4 Serfa posible que entre el séquito de Faraorr no habia de venir, siquiera uno de aquellos maes- tros de las escuelas de Menfis, donde habria cien condisci- pulos de Moisés? 4 Serfa posible que. ignorasen, que habia mareas én el mar Rojo, que. dejaban y pasar en sus seis horas de descenso 4 un ejército formidable , y que no dejaba dar un paso 4 nadie tan pronto como empezaba 4 subir? Ademds, és preciso convenir en que los pobres egipcios fueron muy estiipidos. Dice Moisés, que Faraon mandé un- cir y aparejar seiscientos carros de guerra, y ademds los que pudo recoger de Egipto (2). Entré todo: ese ejército de carros, de caballos y de infantes en la mar persiguiendo 4 los Israelitas, y refiere Moisés tambien, que volviéndose (1) Morgan. Moral filosdfica. v. Il, pag. 39. (2) Eavod. cap. XIV, v. 7.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz