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Se la tormentaDR hal: “como se nota en la alterada superficie de los psa mares la furia de la tempestad que e pasó tronando sobre sus movedizas A ondas. e CAPITULO VII. r posto refiere cómo volvió á ganarse hoy lo que ayer se . E Bien quiso Ines ocultar á su amiga 2 el apurado lance en que se había vis- to, pero le fué imposible, porque Flo- == raselo conoció, y poco á poco la fue 40 sonsacando, hasta que por fin averi- 2 guó la verdad del caso. Desde luego vió desconcertados sus planes, y cai- Es do por tierra el magnífico castillo que +: SU imaginacion levantara la tarde an- terior;fpero no se dió por vencida. AN Hablar con Agustin del asunto, no era prudente, porque esto seria descubrir e - —á su amiga; en lo cual le haria muy cas poco favor: callarse como una muerta pe tampoco convenia, porque, además de q -— seruna derrota completa, daba mo- iS tivos para que sospechara Agustin lo Eo i $
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