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1 a «le Mom e. ¿RA y AA A IAE a e Ñ AN Y > A Ps qa : : - meY— vo jamás una espina que te lastimara. Pues entonces, hija de Eva, ¿por qué E has huido: del Sér que tánto te ama- ge ba?... 8 Sí, te amaba, y tú bebias en mis ojos p la luz, y la vida en mi alma, y el amor en el foco perenne que arde dentro de mi corazon. Entonces eras dichosa; y el pesar no amargaba tu pecho, ni la pena turbaba tusueño placentero. Pues ingrata! ¿pqrqué me abandonaste? ¿por qué me has dejado? Si una joven mun- dana, si una de las hijas de Edon me hubiera menospreciado, me seria más tolerable; pero tú, hija de Sion; escogi- da entre millares, alimentada con mi cuerpo, y elegida para ser mi paloma, tú, mi amiga, mi amada, mi esposa, tú dejarme por otro! ¡oh! esto es gnsufri- ble para mi amante corazon. ¿Por qué tanto desvio? por qué tan grave inju- | ria? ¿Qué te hice yo para que así me | afandonaras?... * No te acuerdas de aquellos dias de fervor, cuando en el Santuarioandába- mos á porfa, yo á darte pruebas de amor, tú á corresponder á ellas? ¿No