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DIA Xi. TODO COMO EL PRIMER DIA. - MEDITACION. _ Amor del Corazon de Maria al Redentor futuro. Era,el Espiritu Santo quien pér medio de una inspira cion continua ensefiaba al alma de Maria los misterios ine- fables de la vida que habia de tener entre los hombres el redentor prometido, descubriéndola cuanto era conducente para prepararla 4 la obra admirable, cuyo secreto estaba encerrado en el corazon del Padre celestial. (1) Con un magisterio tan divino el entendimiento de Maria, que era mas perfecto que el de 1s angeles, no podia menos de ele- — un grado de conocimiento de las obras de Dios superior 4 cuanto podemos imaginar, y solo inferior al que tuvo el alma de su divino Hijo. Y fué aquel aumentdndose en ella con tanta rapidez, que aun antes de encerrarse en el templo 4 la edad de tres afios, sabia todo lo que habian escrito los profetas sobre el Mesias que esperaban, supe- réndolos ella 4 todos en comprender el érden y armonia de las mismas profecias, y viendo el conjunto de los vati- cinios que el mismo Dios habia revelado 4 cada uno de (1) Tune mysterium latebat ih corde Patris. (Div. Bern. Serm: 6 Virgin. Nativ. Dom.)