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el corazon de Maria en la Jarga prueba por donde pas6, hasta llegar 4 merecer ser Madre de Dios! Porque si bien fué destinada 4 tan excelsa. dignidad por una eleccion gra- tuita, quiso el Sefior que se preparara 4 ella con una san- tidad de vida la mas semejante 4 la de su futuro Hijo, lle- gando 4 merecer por su pureza y por su fé que fuera entre todas las criaturas la tinica que pudiera encerrar en su _se- ‘no al Criador (1). Ni un solo instante estuvo ocioso en ella el hébito sobrenatural de la fé, y unida 4 Dios con este vinculo sagrado, no conociendo los impedimentos de la na- turaleza humana, y fortalecida incesantemente por los 2u- xilios de la gracia, solo pensaba en Dios y en sus misterios, haciendo actos de fé y caridad tanto mas fervorosos cuanto mas repetidos (2). Si algun mortal hubiera podido observar los afectos de su corazon, habria quedado est&tico al ver aquella vivacidad y fuerza con que 4 cada momento su- bian al Padre celestial, en cuya naturaleza contemplaba las bellezas infinitas de sus atributos, creyéndolo amabilisi- mo en su bondad, adorabilisimo en su santidad, glorisisimo en su magestad, misericordiosisimo en sus gracias, y justi- simo en sus castigos. Y como la capacidad del entendimien- to de Marfa es inmensa, y la gracia que se necesitaba para Henarla, tenia esta misma proporcion, eran tambien los afectos de su corazon creyente de una extension, que solo Dios puede medir (3). (1) Beata Virgo meruit ex gratia sibi data illum puritatis et sancti-, tatis gradum, ut cengrue posset esse mater Dei. (D. Thom. 3 P. Quees. 2 art. 11.) (2) Beata Marfa & Deo opifice condita, Deo soli operam dabat. (D- Jo..Damace, Ovat. de Nativ, Virg.) (3) Immeusa fuit in Marfa capacitas mentis: ideo immensa illa gratia que tantam implere poterat capacitatem (D. Bonay. inSpecul. B.V. M.)