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Bae lumnas, erigiendo en él unaltar, y convidando 4 todos con instancia 4 que acudiesen 4 este templo 4 gozar de las de- licias celestiales que se encuentran en él (1). Son tan firmes los cimientos de este templo, que empiezan 4 elevarse sobre la cima de los montes mas altos de santidad: (2) yes tan grande la hermosura de sus puertas, que aryebatan ellas s0- las el corazon del Rey de los cielos, mas que todos los ta- berndculos juntos de la casa de Jacob. ;Cuanta no seré la belleza interior de este templo animado, que Dios ha fabri- cado por si mismo, y enel cual ha de entrar como sumo sa- cerdote para ofrecer unsacrificio, como victima para aplacar al cielo, y como Dios para ser adorado de los angeles y de los hombres? ;Ah! Aquellos sacrificios que cada ailo se repe- tian con tanta pompa y magestad en el templo de Salomon, y cuya reiteracion era la prueba irrefragable de su insufi- ciencia para borrar los pecados, (8) eran un simbolo tran- sitorio de la magestad y grandeza con que el Pontifice de los bienes venideros entraria en otro tabernféculo mas ex- celente, no fabricado de manos del hombre, sino por la vir- tud divina. (4). Y siendo este taberndculo el cuerpo: que formé el Espiritu Santo de la sangre purisima de Maria, apenas se hizo la encarnacion delVerbo Divino en su casto seno, se convirtié este en un verdadero templo de gloria, en el cual cesaron las figuras, desaparecieron las sombras, se dié gloria al altisimo, y se firmé un tratado de paz en- tre el cielo y la tierra. (1) Prov. cap. 9. v. 1. 2. 8. 4, (2) Psalm. 86. v. 1. (8) Hebr. cap. 10. v. 2. (4) Hebr, cap. 9. y. 11.