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2 ieee — x ihe dds ont et eae se DIA VI TODO COMO EL PRIMER DIA. 3 ‘MEDITACION. : El Corazon de Maria, cielo animado. De cuantos objetos se presentan 4 nuestra vista en la inmensurable serie de las criaturas, ninguno hay que esté tan separado de nosotros como @l cielo. Solo1 puede Ia- marse incorruptible, solo é1 tiene la suerte de sustraerse 4 la influencia destructora del tiempo, como que él es aquella region elevada, cuyo Ambito son los espacios que ningun ser criado puede medir,y cuyoornato forman las estrellas quesolo Dios puede contar y llamar con su nombre: (1) alli esta la lu- nacuyanaturalezano es posible explorar, y allielsol, al cual la vista humana no puede mirar de hito en hito sin quedar ofuscada y oscurecida. No legan 4 su altura los hilitos pestiferos del pecador, no lo ha contaminado aun la mas ligera mancha, no -entrard en su recinto cosa alguna impu- ra, (2) 6 que cometa abominaciones por haberlo Dios des- tinado para alcazar de su gloria (3). Nada de cuanto s¢ objeta 4 nuestros sentidos en la tierra puede parangonarse en bellezay purezacon las cosas que existen en aquellas re- giones altisimas, siendo inmensa la diferencia | ae hay en- (1) Psalm 146. v. 4. is (2) Apoo. cap. 21. v. 27. (8) Psalm 118. v, 16,