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— 35— AFECTOS, O amabilisima Virgen Maria, bendigante los cielos y la tierra, alfébente los angeles y los hombres, porque tuvistes un Hija que ama de un modo singular que es propio «tan solo de él. Porque nosotros no amamos sino lo que vemos que es hermoso, sabio, fino, delicado, noble, y en fin bue- no: mas nada de esto habia en mi, y sin embargo tu Hijo me amé. Era yo feo, mendigo, vil, miserable, ignorante, y él me amé para hacerme hermoso, rico, sabio, feliz, noble, bienayenturado y glorioso. ;Ay, qué diferencia encuentro entre el corazon de tu Hijo y el mio! El ama al objeto no por que es bueno, sino para hacerlo bueno, y por eso me amé6 4 mi siendo pecador para hacerme justo, y siendo ene- migo suyo para hacerme amigo: y yo no lo amo 4 ¢1 ni aun sabiendo que es la bondad suma, la dicha consumada. ;Ah _ Sefiora! Toma té mi corazon, castigalo, lavalo, y améldalo segun el tuyo, para que se impriman en él las palabras amorosas de tu Hijo, y lo ame, y le diga siempre con la esposa fiel: venga mi amado d su vergel, y coma el fruto de sus manzanas. (1) Oraciones y demas como el primer dia. (1) Cant. cap. 5 v. 1. °