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hermosura las ha adornado, infundiendo en ellas una cen- tella de su eterna luz! ;Con qué primor las ha vestido, crian- dolas espirituales, inmateriales é inmortales para que se ele- vasen 4 la union del criador que es espiritu purisimo, y , no se apegasen 4 ningun objecto visible, ni se manchasen.. en la corrupcion de la carne! ;Con cuanta misericordia se ha dignado darles Ja gracia para amarlo sobre todas las cosas en este mundo, y poseerlo completamente en el otro! Y sin embargo, ni empleamos las potencias de nuestra al- ma en conocer & Dios y en amarlo, ni nos humillamos ante su acatamiento, reconociendo que solo con sus auxilios po- demos perfeccionarnos en las virtudes y perseverar en ellas hasta el fin, ni huimos de la corrupcion, que reina en el mundo! j;Ah! Decidémonos 4 vivir conforme 4 la nobilisi- ma prosapia de donde venimos, y 4 la suerte inefable para que hemos sido criados. Hemos salido,de las manos de Dios que nos honra con el dictado de hijos, y hemos de volar al- gun dia 4 él como 4 nnestro fin. Si no queremos que nos rechaze entonces como 4 hijos esptrios y rebeldes, vivamos copiando en nosotros las virtudes de nuestro Padre celestial, detestando todo placer del sentido, y siendo castos en pen- samientos, palabras y obras: pues el que ama la limpieza de corazon, tendrd por amigo al Rey de la gloria, mas el que se abandona 4 los deseos de la concupiscencia, no allegar& para el fin sino miseria y muerte eterna. (1) MAXIMAS. Cual es el padre, tal debe de ser el hijo: porque asi como este suele llevar en el rostro la imagen de aquel, asi debe (1) Prov. cap. 22. v. 11.