BCCPAM000380-3-12000000000000
— 25 —e mas que se precipitase el hombre porsu malicra, nada consiguié Satands contra los designios de la misericordia divina: porque enténces fué cuando estos se manifesta- ron con toda su gloria, y la bondad de Dios aparecié infinita en su esencia, 6 inagotable en sus larguezas; en- tonces fué tambien cuando Dios significé que depositaria en el corazon de su escogida bastante fuerza para que- brantar el orgullo del engaiiador, y abundante gracia para que la-derramase en toda Ja humanidad. Poco era para adornar este corazon toda la pureza de los angeles, la fe de los patriarcas, la ciencia de los pro- fetas, el celo de los apéstoles, la paciencia de los mérti- res, la sobriedad de los confesores, y la inocencia y hu- mildad de las virgenes; (1) que obtuvo en toda su plenitud. Los dotes del corazon de la Hija exceden 4 los de las otras criaturas, tanto cuanto en la casa del Rey aventaja el principe heredero 4 los privados y siervos: un amor desconocido 4 los serafines arderé en este cora- zon desde su primer latido vital, que necesitaré de los confortativos del cielo para no desfullecer en fuerza de sus deliquios. [2] Desde ese mismo instante entraré en una contemplacion tan extdtica de las perfecciones del Padre celestial, que ninguna cosa terrena podré inter- rumpirla ni por un momento, habiendo mandado el cria- dor 4 toda criatura, que ninguna se atreva 4 despertar 4 su amada del dulce rapto de amor, en que descansa su (1). Non defuit puritas angelorum, non fides Patriarcharum, non scientia prophetarum, non zelus apostolorum, non patientia martyrum, non sobrietas confessorum, non innocentia et humilitas virginum. (Sa. piens Idiota, contemplat. de Virg. Mar. cap, 2) (2) Cantic, Canticor, cap. 2, v. 5,
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz