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— 267 — > Pe ti © ‘ rs Megara fin al neg TO “abismo, del Inferno’ | {Cémo "nos ANTS Aste 1 BHT o8 ap icainos ‘4 fas oA del’ m mun do orgulloso, ¢que aparent las randezas que no tiene, ¥ oculta ¢con hi pocresia las ; 1S miserias:¢ que » le son ittherentes,ep ciando ,laiinocen- dia Como ie z, la vi tud co o fatuidad, la pobreza enc de ‘eapititu com mo Toctira cruz como ig- norancia? {Ahi Con es8ta corrup el corazon y con esta ateatiett sai enel é cathe ‘no podre- mos janis ‘unirnos eon Jesucristo, que estodo umildad ¢ inocenicia. Ahora: pues; ‘sipara ue Viniese | plenitad de todo don con ‘venir & ‘ella el. ‘Hijo de. Dios, Z fué preciso que tuviese uta humildad y una pureza, que la hiciese conforiiie en las. virtudes: al Hijo que engen- draba, tambienes “nécesario que nosotros seamos humil- des de sentimientos, y puros y castos. en nuestras obras, pues sin esta condicion no vendré, & nuestros corazones el espfritu de Dios; ) si estuyiere ya en nosotros, se au- sentaré tan pronto como denics entrada & la soberbia mundana, 6 nos entreguenios 4 obras carnales. Prometa- mos al Setiorimitar 4 su Santisima Madre, pues. Aca I contrario en vano la daremos este nombre, que de nos sirve, si_no queremos imitar sus huellas (1). Despues de la meditacion se dird la siguiente ORACION- O sapientisimo y benignisimo Senor, que escudrifais los pensamientos mas escondidos de los corazones, y al . (1) Quid nobis prodest Mariam interpellare vocibus, nisi etiam hu- militatis ejus exempla teneamus? Div. Aug. Serm. 2. de Asump B. Y. 2 ¥

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