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— 252 — indignos de vuestra protecciony ternura, por haber ofen- dido tantas veces 4 aquel Dios de bondad, que, para mostrarnos su infinita caridad, quiso hacerse hombre y morir en una cruz. Mas ya que en premio de aquella couformidad de sentimientos y deseos que tuvisteis, 6 Virgen sagrada, con el Corazon de Jesus vuestro Hijo, éste os dié los tesoros de su misericordia, y os hizo refugio y amparo de los mismos pecadores, dignaos elevur al trouo de la Divinidad nuestro arrepentimiento y dolor por las culpas pasadas, y alcanzarnos la gracia pura meditar con fruto y utilidad las admirables virtu- des que ejercitasteis en vuestra vida, para que, imi- tiudolus uosotros, merezcamos ser objeto de vues- tra ternura maternal en este mundo, y participes de la gloria, que Dios tiene preparada para los que os aman y Veneran, en el otro. Asi sea. En seguida se haré la siguiente meditacion sobre los sentimientos del Corazon de Marta en el momento de su tnmaculada Concepcion. ; Eran por cierto admirables y llenos de amor y de mi- sericordia los designios que Dios tenia desde Ja eterni- dad sobre el hombre; pues determiné criarlo para que conociera la grandeza infinita de su Criador, lo adorara, lo alabaray bendijera por sus beueficios, hechos todos gratuitamente, lo tuviera siempre presente, temicra su justicia, implorara su omnipotencia y misericordia, ama- ra su hermosura, observara sus preceptos y glorificara en todas sus obras 4 tan beniguisimo padre en esta vida,